Terminator, Sarah Connor y los derechos de autor II


En un punto de su carrera, durante la década de los 60, Harlan Ellison ya era reconocido como uno de los autores más originales y controvertidos de la ciencia ficción.

Harlan Ellison

Harlan Ellison

Creador de los relatos “No tengo boca y quiero gritar”, “La bestia que gritaba ‘Amor’ en el corazón del mundo”, “¡Arrepiéntete, Arlequín! —dijo el Señor Tic-Tac”, “Un niño y su perro”; capítulos de la entonces nueva Star Trek, la incursión en guiones de comics, así como la antología “Visiones peligrosas”, ya se le tenía instalado entre los nuevos valores de la literatura de género.

Además, tenía por vocación la crítica y uno de sus blancos favoritos, desde siempre, fue la televisión.

En la medida que The Outer Limits se propuso para ser competencia directa de la Dimensión desconocida (The Twilight Zone), salvo que no manejaría contenidos de carácter sobrenatural ni fantástico, sino pura y exclusivamente ciencia ficción, se buscó entre los autores más vanguardistas y afines con los intereses de los estudios MGM, para dar el vuelco respecto al trabajo de Rod Serling en Universal Pictures. Fue cuando se consideró a Ellison como uno de los mejores candidatos para la serie.

La primera temporada, compuesta por 32 capítulos, además de kilométrica, tuvo un apoyo inicial digno de intimidar al más optimista, pero no resultó la mitad de exitosa que se esperaba.

La segunda temporada, con 17 capítulos y menos recursos, se filmó en condiciones precarias, así como mucha precaución en el cuidado del presupuesto.

En la apertura de su segunda etapa, fue Soldier (19 de septiembre de 1964) la que inauguró el nuevo periodo de la serie; un mes después se estrenó Demon With a Glass Hand (17 de octubre de 1964).

Qarlog

Qarlo

El enemigo

El enemigo

Soldier relata la llegada de dos soldados procedentes del futuro, quienes en el momento mismo que van a combatir cuerpo a cuerpo, son atrapados por una combinación de fuerzas que los envía al pasado. Qarlo Clobregnny (Michael Ansara), protagonista de la narración, llega íntegro al presente para enfrentarse a una realidad que no entiende, entre humanos con los que no puede establecer comunicación, pues nadie asimila cuál es la lengua con que se expresa. Mientras tanto, el otro viajero queda atrapado entre ambas épocas, hasta que se libera y va en busca de Qarlo para acabar con él.

Interrogando a la computadora

Interrogando a la computadora

Demon With a Glass Hand, por su parte, es acerca de un adulto amnésico, quien a falta de información para indicarle qué pasa y dónde está, debe recurrir a los datos que le proporciona su mano izquierda: un apéndice transparente que actúa como computadora, pero a la que le faltan tres dedos para funcionar a toda su capacidad. Hasta entonces podrá saber cuál es su misión y cómo vencer al enemigo: una raza extraterrestre que lo ha perseguido hasta el pasado para destruirlo y con él, acabar de una vez por todas con la humanidad.

Las premisas de ambas historias, como ya se dijo, fueron el pretexto ideal para conformar el argumento de Terminator, salvo porque en la práctica se fundieron y James Cameron añadió un aspecto que hasta la fecha es su sello particular: Sarah Connor, la Vírgen María posmoderna que habría de redondear el relato para todos los espectadores contemporáneos.

Ellison en la actualidad, en el documental "Dreams With Sharp Teeth"

Ellison en la actualidad, en el documental "Dreams With Sharp Teeth"

Desgranando poco a poco cada relato, se encuentran las semejanzas y variaciones. Más videos en la siguiente entrega.